Un maravilloso círculo virtuoso que he aprendido a ver y, por sobretodo, disfrutar. Mi tiempo, mis reglas, mis excepciones… un juego en el que simplemente no puedo perder. Saltar de nube en nube… de sueño a realidad y, mejor aún, sin dejar de sonreír.
Tranquilidad, just breathe… y si lo decido: let’s play.
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