martes, 21 de septiembre de 2010

Bienvenue Printemps!


Es posible pensar que hablar de la primavera es sencillo, que el corazón se abre y los pensamientos simplemente fluyen… y quizás así sea, excepto cuando cada idea es interrumpida por un estornudo descomunal que te recuerda la alergia que te produce esta colorida estación. 





Ok, lo asumo, siempre he amado el otoño, pero este año ha sido distinto, no, no espero que la primavera me traiga el amor, no creo en esa enorme atribución que le otorgan a este período de tres meses, pero sí acepto que trae una energía distinta, y que, esta vez, me está haciendo feliz… y bueno, como toda mujer, es por una cosa netamente superficial y de vanidad… la primavera trae vestidos nuevos y maravillosos sunglasses! Que mujer más vacía, pensarán; yo digo: ser honesta (al que le gusta bien, al que no, cierre este página ;) ) Admitámoslo! A todos nos gusta vernos y sentirnos bien, la gran diferencia es que no me molesta decirlo en lo absoluto!.

Bueno, caminando hacia el lado más profundo del asunto, la buena energía que mencioné antes, esa que llena de juventud y vitalidad, tocó mi puerta y me siento nueva. Lejos de cada estornudo, me gustan los rayos de sol, disfruto caminar por el parque y sentirme VIVA. No sé si será sugestión pero la gente es, simplemente, más feliz (o al menos así se ven) Una sonrisa se deja ver en mis labios, aquélla con un dejo de esperanza en que será un buen día, en que algo lindo sucederá. Dan ganas de proyectar metas, cumplirlas, de arreglar el mundo entero! Surge en mi un curioso empoderamiento, y me agrada.

Lejos las decepciones, los malos recuerdos y las frustraciones; es hora de retomar el camino y reivindicarse, pues, como suelo decir: 

Siempre es un buen día para comenzar a vivir.   

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